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La criopreservación de óvulos y espermatozoides es una alternativa que se ha vuelto cada vez más común en personas que se realizan un tratamiento de control de natalidad definitivo (una ligadura de trompas de Falopio, o una vasectomía) pero que desean tener hijos en algún momento de su vida; o bien, en personas afectadas por un padecimiento oncológico y cuyo tratamiento tiene efectos secundarios gonadotóxicos que pueden producir infertilidad.
Es un procedimiento para preservar la fertilidad del paciente al vitrificar o congelar los gametos, ya sea del hombre o la mujer para usarlos a futuro, es decir, los óvulos o espermatozoides. La criopreservación se recomienda cuando la maternidad o paternidad debe ser postergada para un futuro muy lejano, ya sea por cuestiones naturales, sociales o patológicas. Por ejemplo, un hombre que no desea tener hijos y que decide someterse a la vasectomía puede preservar una muestra de espermatozoides para usarla dentro de 10 o 15 años (o cuando lo desee) para tener hijos.
La causa más común por la que las personas buscan una criopreservación es por el diagnóstico de enfermedades oncológicas o autoinmunes, ya que durante el tratamiento podrían perder la posibilidad de tener hijos al ser dañados sus gametos.
El o la paciente debe acudir con un especialista en fertilidad para un tratamiento previo para preparar a los óvulos y espermatozoides. Los hombres dejarán una muestra de espermatozoides recogidos mediante masturbación en la clínica, y posteriormente serán deshidratados para retirar el agua, ya que puede formar cristales.
En el caso de las mujeres, se brinda un tratamiento para estimular la producción de folículos ováricos con el fin de hacerlos madurar y extraerlos por punción bajo anestesia local. Después de extraerlos, los óvulos se deshidratan para evitar la formación de cristales.
En ambos casos, después de la deshidratación, la muestra se mete en nitrógeno líquido a -196°C para vitrificarlos en cuestión de segundos, manteniendo sus cualidades durante varios años.
La criopreservación se realiza en pacientes en edad reproductiva y cuando sus gametos están lo suficientemente maduros, es decir, entre los 18 y 38 años en mujeres. En caso de optar por este procedimiento debido a una enfermedad oncológica, es muy importante realizarlo antes de comenzar con el tratamiento, como la quimioterapia, radioterapia o una cirugía que involucre al sistema reproductor.
Además, previo al procedimiento se realiza un análisis de la muestra de semen de los hombres, o bien, de la reserva ovárica de las mujeres para asegurarse de que no existan enfermedades infecciosas, que sean muestras de buena calidad y sin defectos.
Hay casos en los que no se recomienda la criopreservación, como los pacientes prepúberes, quienes no pueden producir gametos maduros por su edad.
En muchos casos, el tratamiento del cáncer conlleva más riesgos de interferir con la capacidad reproductiva del paciente y afectar su capacidad para concebir. En general, el riesgo de infertilidad después del tratamiento varía dependiendo de:
Ahora bien, en algunos tipos de cáncer se requiere una cirugía para extirpar un tumor que se encuentra en un órgano reproductivo, como la trompa de Falopio, el cuello uterino o los testículos, o bien, cerca de estos órganos, como en el caso de un tumor en el abdomen, colon, recto o ano. Incluso, algunos tumores que aparecen en el sistema nervioso, como la médula espinal o el cerebro, también pueden afectar la fertilidad.
En las mujeres, el cáncer de seno y otros cánceres requieren cirugías que pueden provocar cicatrices o adherencias en, o alrededor, de los órganos reproductivos. Dichas adherencias bloquean a los ovarios, las trompas de Falopio o al útero y evitan que los óvulos maduros sean fertilizados por los espermatozoides.
Por su parte, los tratamientos de radiación en los que se usan rayos de energía de alta potencia para destruir las células cancerosas pueden dañar a los órganos reproductivos cuando se dirigen hacia la pelvis o el abdomen. En las mujeres, cuando la radiación se dirige hacia el interior de la vagina, los ovarios absorben una gran cantidad de radiación, lo que puede causar menopausia precoz y, por ende, infertilidad.
La quimioterapia, por su parte, funciona eliminando las células en el cuerpo que se dividen rápidamente, y los ovocitos (las células producidas en los ovarios) también se dividen con mucha rapidez, por lo que se ven afectados ante la quimio, provocando que una mujer entre en la menopausia precoz. Ahora bien, hay medicamentos asociados con alto riesgo de infertilidad cuando se usan en dosis muy altas, como el bulsufán, carmustina o procarbizina, por mencionar algunos; otros medicamentos tienen menor riesgo, como la bleomicina, citarabina, epirubicina, entre otros.
Es importante platicar con el oncólogo respecto a las consecuencias del tratamiento contra el cáncer y el riesgo que provocan en la fertilidad.
En algunos tipos de cáncer, donde se tiene que dirigir radiación a través de la vagina (como en el caso de un tumor en este órgano), el tejido ovárico se puede criopreservar para una futura reimplantación.
Si estás pensando en la criopreservación para tener hijos en algún momento de tu vida, te invitamos a contactarnos. En The Fertility Center te asesoraremos para que tomes la elección más adecuada a tu caso, escríbenos a través de tu formulario de contacto donde te atenderemos con gusto.
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Ginecología, Obstetricia y Biología de la Reproducción Humana Cirujano en la Universidad Autónoma de Guadalajara, especialista Biólogo de la Reproducción Humana por el Instituto Mexicano de la Infertilidad
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